Lo que pudo haber sido y tristemente no fue
Antes de empezar a despedazar
ésta película quiero aclarar que esto NO es un remake en contra de lo que
muchos piensan. Usaron el mismo título del
famoso slasher de los 80 y también desarrollaron la trama durante el baile de
graduación de los jóvenes protagonistas. Pero a parte de eso son películas muy
diferentes, con personajes distintos, historia distinta y desarrollo distinto. Por
tanto no voy a entrar en comparaciones y la voy a valorar como una película
independiente de la de los 80, que es como justamente debe ser juzgada ya que
no tienen nada que ver una con otra.
PROM NIGHT (Una Noche para morir)
tenía todos los ingredientes para ser un simpático slasher en la línea de las
pelis clásicas de mis adorados años 80: varios adolescentes en los papeles
principales, una protagonista rubia y virginal, un asesino con cuchillo
haciendo estragos y como marco argumental el tan celebrado baile de graduación
que sale en mil películas americanas. Esto en manos de Wes Craven y guionizado
por Kevin Williamson habría sido la hostia en vinagre. Incluso en manos de otro
director más o menos experimentado en el género o con un mínimo de idea de
terror habría sido una buena película. No original, ni innovadora, ni
transgresora… Pero sí buena, decente y un plato de buen gusto para los amantes
de éste cine. Sin embargo no estamos ante tal caso, sino más bien ante una
producción desastrosa con una magnífica idea terriblemente desarrollada. Y os
lo explicaré a través de los SIETE PECADOS CAPITALES de “Una noche para morir”:
1-
Tiene un comienzo que podía haber sido potente pero se
queda en una pobre secuencia insustancial, que no provoca tensión ni sobresalto
alguno. Mal inicio, para que el público vaya preparándose... Olvidaros de un
prólogo como el de “Scream”, el de “Leyenda urbana” o el de “Un San Valentín de
muerte” ¡Nada más lejos de la realidad!
2-
Los personajes son TAAAAAAN tópicos, sin carisma alguna,
que te da exactamente igual quien muera antes. No conectas con ellos, te
transmiten indiferencia y las flojas interpretaciones de los “actores” ayudan a
ello. Sólo se salva la actuación de Brittany Snow, la protagonista, quien sin
ser una gran actriz más o menos se desenvuelve con soltura en su papel de
sufrida heroína. Pero no se acerca a las mejores “final girls” del cine slasher
así que tampoco os entusiasméis demasiado.
3-
El asesino es pésimo: no impone, no transmite miedo, no
provoca sensación de peligro ni hace que tiembles con sus apariciones. Uno ve
Halloween y cuando aparece Michael Myers con esa máscara blanca fantasmagórica,
su cuchillo de cortar jamón y andando lentamente en la noche uno siente que se
va a cagar encima pensando en cruzarse con un tipo así. Uno ve a Caracuero y su
motosierra y se hace pipí en los pantalones. O pensad en Ghostface, el torpe
pero rápido y letal asesino de “Scream”. O en el icónico y maravilloso Freddy
Kruger… El psicópata de ésta película va vestido como un hombre normal, a cara
descubierta y tiene menos garra que una canción de “El sueño de Morfeo”. Un
asesino olvidable y prescindible a más no poder.
4-
Llegamos a las muertes… ¡Y no se por donde empezar a
echar pestes! He contado 11 asesinatos en la película, una buena cifra sino
fuera porque de esos 11 crímenes solamente uno tiene emoción y diversión. ¡Una
única buena muerte en un slasher con 11 asesinatos! El resto son o fuera de
cámara, o demasiado rápidas, o están desenfocadas y se ven fugazmente… ¡Y
reivindico un premio a la limpieza para el asesino más pulcro de la historia!
El maníaco erre que erre clavando el cuchillo y apenas derrama dos gotas de
sangre. Literal. En un slasher las persecuciones y asesinatos de las víctimas
son el plato fuerte, aquí hay una persecución más o menos tensa que es lo único
que salva a la película de la catástrofe total. El resto son flojas y
descafeinadas hasta el sopor así que un suspenso como la copa de un pino.
5-
¿Alguien dijo suspense? El director debería haberse
visto “Viernes 13”
y secuelas, “Pesadilla en Elm St”, “El asesino de Rosemary”, “Sé lo que
hicisteis el último verano”… Cualquiera de esos títulos le habrían servido para
adquirir una idea de lo que debe transmitir en una película de terror
adolescente. Tensión previa a los crímenes, suspense, inquietud, nerviosismo…
La película naufraga nuevamente y excepto un par de sobresaltos más vistos que
el tebeo el resto de los sustos se quedan en un mero intento.
6-
La rubia mala. Una buena película de terror debe tener
o a un putón verbenero o a una pija irritante y egocéntrica para ser
brutalmente asesinadas. Si tienes a ambas mejor que mejor, pero mínimo debe
haber alguno de éstos personajes. Y aquí tenemos a una rubia con aspecto de
muñeca Barbie que es capitana de las animadoras, presidenta del Comité Social
de su instituto, alumna popular odiada por media escuela, novia del cachas
rubio, etc… Y resulta INSOPORTABLE: es pesada, cansina, creída hasta decir
basta, mimada, consentida y una arpía de tomo y lomo. ¡¡¡Pero no muere!!! Ni si
quiera le dan un sustito, sencillamente te machacan con su desagradable
presencia toda la película para que al final sobreviva sin ni quisera enterarse
de había un asesino. ¿Cómo puedes tener a una diva de instituto como personaje
en un slasher y no dedicarle la mejor persecución y muerte de toda la película?
Uno de los mayores errores, por no decir el más grande, de ésta insulsa
película.
7-
El clímax es tan descafeinado como el inicio. Triste,
lo se, pero cierto como que ésta película es un truño gordo. Podían haber
salvado la historia los últimos diez minutos, con un enfrentamiento épico entre
la protagonista y el asesino, tirando la casa por la ventana y regalándonos un
poco de emoción y violencia que nos hubiera dejado con un buen sabor de boca
aunque fuera al final. Pero el director debió pensar que ya que la estaba
cagando mejor seguir la misma tónica y el desenlace es rápido, aburrido y sólo
apto para espectadores poco exigentes.
La conclusión final es que ésta
película podría haber sido un divertimento para fans del terror ochentero y noventero:
Habría bastado con unas cuentas muertes pseudo gores, varias persecuciones
llenas de suspense, un potente inicio y un potente final con la actriz
protagonista chillando a pleno pulmón y luchando contra el psicópata como una
guerrera. Pero prefirieron aburrirnos y rodar un decepcionante slasher que se
queda a medias en todo y del que poco se puede destacar y rescatar.
NOTA: 3/10
genial tu comentario tío, es que es una mierda tan estrepitosamente mala, que habría sido un agradecimiento que no hubiese existido... puaaag, es que es asquerosamente mala, por favor...
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