¿No has ido bueno? ¡Santa Claus te castigará!
Ahora que se acercan éstas entrañables fechas he aprovechado para realizar un pequeño especial sobre la Navidad. Aviso que no habrá grandes contenidos ya que hay muy pocas pelis de terror navideñas que merezcan la pena y la mayoría me resultan truños pero no podía desaprovechar la oportunidad de hablar del cine de terror bajo la lupa de la familiar y feliz Navidad. Y para comenzar este reportaje nada mejor que hacerlo con la reseña a un slasher ochentero ambientado en Nochebuena y que seguro es de sobra conocido por todos: "Nochez de paz, noche de muerte".
La película me ha sorprendido gratamente, aunque comparada con otros slashers clásicos podría decirse que es un título algo inferior y cercano a la serie B. Sin embargo, su capacidad de crear una historia original y que se aleja de los clichés propios del género; dándole un lavado de cara al slasher, juega a su favor por la valentía del director de desmarcarse de los patrones establecidos.
Nochebuena de 1971: la familia Chapman (un joven matrimonio y sus dos hijos pequeños; Billy de cinco años y el bebé Ricky) visitan al abuelo recluido en una residencia de ancianos a causa de su Alzheimer. A la vuelta a casa, paran en la carretera para socorrer a un tipo cuyo coche se ha averiado; un tipo vestido de Santa Claus que es en realidad un criminal que asesina a los padres de Billy ante su horrorizada mirada. Tres años después, el pequeño y su hermano crecen en un orfanato religioso dirigido duramente por una monja que no duda en castigar a los "niños malos". Billy odia la Navidad, está traumatizado aún y siente pánico y aberración por Santa Claus; pero la Madre Superiora le obliga a acudir a la visita del falso Santa Claus provocándole aun más odio y rechazo por este personaje. Diez años después, ya en 1984 y con 18 años recién cumplidos; la encantadora Hermana Margaret (protectora de Billy y como una madre para él), consigue que el joven sea contratado en una juguetería cuando sale del orfanato. El chico parece feliz, es ahora un joven educado, trabajador y contento con su nueva vida. Hasta que llega la Navidad, su jefe le pide que haga de Santa Claus para los niños de la juguetería y nuevamente todos sus miedos y traumas salen a la luz; confundiéndole y estallando en su cabeza de tal forma que comienza a asesinar a todo aquel que se cruza en su camino ejerciendo de un Santa Claus castigador y psicópata.
"Noche de paz, noche de muerte", como habéis podido comprobar por su argumento, es un soplo de aire fresco a la fórmula de siempre en el cine slasher. Aquí el protagonista principal es el asesino; no un tipo misterioso y enmascarado de fuerza sobrehumana; sino un chico joven que inspira ternura y pena durante la primera parte de la película y que por un trastorno acaba organizando una orgía de sangre. Además, no hay final girl y todas las víctimas son secundarios cuya función principal es morir. Ahí radica quizás el fallo en la historia, que las víctimas aparecen pocos minutos antes de ser asesinadas y no hay conexión ni empatía con ellos. Pero al menos sí hay violencia un ligero toque gore, por lo que algunos de los crímenes resultan bastante interesantes. Como película no es que pueda decirse mucho sobre ella: es un slasher correcto, entretenido y con un ritmo adecuado y dinámico. PERO le falta garra, emoción y un final potente que esté a la altura de las circunstancias. Al igual que hay un pequeño bajón narrativo a mitad de película, que distrae un poco y ralentiza la acción. "Noche de paz, noche de muerte" es un producto para fans del slasher que busquen una alternativa a las películas clásicas de este subgénero y también para aquellos que tengan filia con la Navidad; ya que toda la historia transcurre en éstas fechas. La película tiene una B.S.O. correcta, muy típica de éstas películas pero no inolvidable. La fotografía y puesta en escena son sencillas, están bien, pero no destacan. Al igual que las actuaciones en las que vemos de todo: algunas bastante adecuadas (las monjas, el Billy adulto) y otras mucho más flojas y poco creíbles (los compañeros de trabajo de Billy en la juguetería). Hay sorpresa especial para los fans del terror ochentero: ¡Sale Linnea Quigley! Tiene una aparición como víctima del maníaco y hace lo de siempre: enseñar las tetas, sobreactuar, gritar y morir en el que es el asesinato más recordado de toda la película. "Noche de paz, noche de muerte"; a pesar de que reserva casi toda la violencia y crímenes para los últimos 45 minutos no escatima luego en número de cadáveres y acaba resultando un slasher alto en cantidad y calidad. Sin embargo, toda la tensión, la atmósfera de suspense que se ha conseguido previamente y el aumento de la violencia se ven reducidos por un final precipitado y descafeinado. No voy a entrar en detalles pero el último acto no sólo se me hizo muy rápido sino carente de emoción; ya que faltaban minutos, suspense y violencia para que estuviera acorde con el resto de la película. A pesar de ésto la película me ha dejado con un buen sabor de boca gracias al conjunto y, sobre todo, por ser una propuesta diferente a lo ya visto. Me sigo quedando con otros títulos del género slasher porque yo soy un tradicional y me encanta la exitosa fórmula usada en "Viernes 13" (por poner un ejemplo) y las mil copias que surgieron, pero también se agradece ver algo un poquito diferente y que se salga de la norma. Además, el hecho de que esté ambientada en Navidad le da un toque mágico y especial, haciendo que "Noche de paz, noche de muerte" sea un título imprescindible para ver en éstas fechas.
NOTA: 6/10
La película me ha sorprendido gratamente, aunque comparada con otros slashers clásicos podría decirse que es un título algo inferior y cercano a la serie B. Sin embargo, su capacidad de crear una historia original y que se aleja de los clichés propios del género; dándole un lavado de cara al slasher, juega a su favor por la valentía del director de desmarcarse de los patrones establecidos.
Nochebuena de 1971: la familia Chapman (un joven matrimonio y sus dos hijos pequeños; Billy de cinco años y el bebé Ricky) visitan al abuelo recluido en una residencia de ancianos a causa de su Alzheimer. A la vuelta a casa, paran en la carretera para socorrer a un tipo cuyo coche se ha averiado; un tipo vestido de Santa Claus que es en realidad un criminal que asesina a los padres de Billy ante su horrorizada mirada. Tres años después, el pequeño y su hermano crecen en un orfanato religioso dirigido duramente por una monja que no duda en castigar a los "niños malos". Billy odia la Navidad, está traumatizado aún y siente pánico y aberración por Santa Claus; pero la Madre Superiora le obliga a acudir a la visita del falso Santa Claus provocándole aun más odio y rechazo por este personaje. Diez años después, ya en 1984 y con 18 años recién cumplidos; la encantadora Hermana Margaret (protectora de Billy y como una madre para él), consigue que el joven sea contratado en una juguetería cuando sale del orfanato. El chico parece feliz, es ahora un joven educado, trabajador y contento con su nueva vida. Hasta que llega la Navidad, su jefe le pide que haga de Santa Claus para los niños de la juguetería y nuevamente todos sus miedos y traumas salen a la luz; confundiéndole y estallando en su cabeza de tal forma que comienza a asesinar a todo aquel que se cruza en su camino ejerciendo de un Santa Claus castigador y psicópata.
"Noche de paz, noche de muerte", como habéis podido comprobar por su argumento, es un soplo de aire fresco a la fórmula de siempre en el cine slasher. Aquí el protagonista principal es el asesino; no un tipo misterioso y enmascarado de fuerza sobrehumana; sino un chico joven que inspira ternura y pena durante la primera parte de la película y que por un trastorno acaba organizando una orgía de sangre. Además, no hay final girl y todas las víctimas son secundarios cuya función principal es morir. Ahí radica quizás el fallo en la historia, que las víctimas aparecen pocos minutos antes de ser asesinadas y no hay conexión ni empatía con ellos. Pero al menos sí hay violencia un ligero toque gore, por lo que algunos de los crímenes resultan bastante interesantes. Como película no es que pueda decirse mucho sobre ella: es un slasher correcto, entretenido y con un ritmo adecuado y dinámico. PERO le falta garra, emoción y un final potente que esté a la altura de las circunstancias. Al igual que hay un pequeño bajón narrativo a mitad de película, que distrae un poco y ralentiza la acción. "Noche de paz, noche de muerte" es un producto para fans del slasher que busquen una alternativa a las películas clásicas de este subgénero y también para aquellos que tengan filia con la Navidad; ya que toda la historia transcurre en éstas fechas. La película tiene una B.S.O. correcta, muy típica de éstas películas pero no inolvidable. La fotografía y puesta en escena son sencillas, están bien, pero no destacan. Al igual que las actuaciones en las que vemos de todo: algunas bastante adecuadas (las monjas, el Billy adulto) y otras mucho más flojas y poco creíbles (los compañeros de trabajo de Billy en la juguetería). Hay sorpresa especial para los fans del terror ochentero: ¡Sale Linnea Quigley! Tiene una aparición como víctima del maníaco y hace lo de siempre: enseñar las tetas, sobreactuar, gritar y morir en el que es el asesinato más recordado de toda la película. "Noche de paz, noche de muerte"; a pesar de que reserva casi toda la violencia y crímenes para los últimos 45 minutos no escatima luego en número de cadáveres y acaba resultando un slasher alto en cantidad y calidad. Sin embargo, toda la tensión, la atmósfera de suspense que se ha conseguido previamente y el aumento de la violencia se ven reducidos por un final precipitado y descafeinado. No voy a entrar en detalles pero el último acto no sólo se me hizo muy rápido sino carente de emoción; ya que faltaban minutos, suspense y violencia para que estuviera acorde con el resto de la película. A pesar de ésto la película me ha dejado con un buen sabor de boca gracias al conjunto y, sobre todo, por ser una propuesta diferente a lo ya visto. Me sigo quedando con otros títulos del género slasher porque yo soy un tradicional y me encanta la exitosa fórmula usada en "Viernes 13" (por poner un ejemplo) y las mil copias que surgieron, pero también se agradece ver algo un poquito diferente y que se salga de la norma. Además, el hecho de que esté ambientada en Navidad le da un toque mágico y especial, haciendo que "Noche de paz, noche de muerte" sea un título imprescindible para ver en éstas fechas.
NOTA: 6/10
(La bruja de la monja, un pendón como todas)
(Billy, antes de que se le vaya la olla y la líe muy parda)
(Linnea, a punto de palmarla)
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