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martes, 26 de noviembre de 2013

NOCHE DE MIEDO (Fright night, 1985)




¡Váyase del barrio vecino vampiro!


Charlie Brewster es un adolescente común, como cualquier otro: tiene una novia con la que está a punto de perder la virginidad, pasa el tiempo con su mejor amigo "El Rata" y vive con su madre en una tranquila urbanización. Todo en su vida es monótono y sin emoción alguna hasta que a la casa de al lado se muda un atractivo y misterioso hombre treinteañero... Un tipo que se alimenta de sangre humana, un vampiro que va a convertir su vida en una película de terror como las que suele ver en el programa de TV "Noche de miedo". 

Antes de comenzar ¿Hay alguien que no la haya visto? ¿Queda algún incauto que aún no conozca esta joya de los 80? Si es así leed mi crítica y convenceros de que os perdéis una de esas pequeñas maravillas de las que ya no se hacen. Porque "Noche de miedo" no es especialmente original (ni tan si quiera lo fue en su época), no es sorprendente o innovadora; pero tiene un noseque que la hace especial y que el paso de los años (28 ya, que se dice poco) no ha logrado disminuir ni si quiera un poco. Al contrario, "Noche de miedo" es un título que gana con el paso del tiempo; que ha sabido envejecer y que es un perfecto ejemplo de cine de terror adolescente de los 80.

La película tiene un enfoque muy juvenil, adaptando las clásicas historias de chupasangres que tan de moda puso la productora Hammer a los gustos del público quinceañero de mediados de los 80. "Noche de miedo" es un título que destila un sutil sentido del humor durante todo su metraje; haciendo gala de una equilibrada combinación entre cine de terror y comedia. Mientras que el protagonista pone seriedad a la película, el personaje de Stephen Geoffreys (que hace del extravagante "El Rata") pone la nota divertida a la película gracias a su carismática presencia y a sus absurdas ocurrencias. Es el claro personaje de secundario roba-planos que se come la pantalla en cada una de sus apariciones; llegando a resultar tan cargante como cómico pero indiscutiblemente un personaje inolvidable. Y es casualmente de esos antagonistas de lo que se vale en cierto modo la película. Bajo mi punto de vista el personaje de Charlie no resulta tan interesante como los secundarios, que son todos maravillosos y además están muy adecuadamente interpretados. Chris Sarandon hace del vampiro Jerry Dandrige; un tipo seductor y encantador pero también muy peligroso y mortal; en una especia de parodia-homenaje al vampiro clásico. Y el inolvidable Roddy McDowall asume el rol de Peter Vincent, un presentador de TV que tiene un programa que emite viejos clásicos del cine de terror y que acaba convertido en un auténtico cazavampiros para ayudar al joven protagonista. Todos están geniales en sus papeles, interpretando personajes que son ya iconos del cine de terror.

Sobre la dirección de Tom Holland añadir que logra un ritmo dinámico y entretenido, regalándonos una película que lejos de ser espectacular o de tener grandes escenas de acción apuesta por una buena atmósfera y consigue resultar muy distraída todo el tiempo. "Noche de miedo" pertenece a esos títulos inolvidables del cine de terror ochentero, una película que marcó a toda una generación y que 28 años después sigue siendo una referencia indiscutible para aquellos que quieran disfrutar de una buena propuesta de género ochentera. No es una obra maestra ni tampoco la incluiría entre mis 10 imprescindibles del género; pero sí es una película que ha sabido soportar el paso del tiempo y que a día de hoy sigue resultando una buenísima muestra de terror adolescente. Una joyita atemporal, que nos evoca los mejores recuerdos de una época ya pasada y que con sus virtudes y sus defectos, sus limitaciones y sus aciertos nos hace retroceder en el tiempo hasta una época en la que el cine de terror resultaba sorprendente, divertido y libre de prejuicios.

NOTA: 8/10









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