VESTIDA PARA MATAR (Dressed to kill, 1980)

 

Suspense ochentero de primera división

 

Hoy vengo dispuesto a reivindicar una de mis películas favoritas de todos los tiempos y la que yo considero la gran pieza maestra de ese genio infravalorado que es Brian De Palma. Señoras y señores, lectores de Ochentero Moderno, pasen y disfruten de "Vestida para matar".

Corría el año 1980 cuando De Palma, quien ya había gozado del éxito de crítica y público gracias a "Carrie (1976)" y a "La furia (1978)", rodó una película claramente deudora del cine de suspense de Hitchcock y que a pesar de las referencias y homenajes que realiza al director británico es un título con identidad propia y toda una joya en su especie. Mucho se ha hablado de las comparaciones con "Psicosis" por razones más que evidentes pero un servidor, a riesgo de ser vilipendiado, rescata esta grandiosa película ochentera para abanderarla como la masterpierce que es. Porque bien es cierto que "Vestida para matar" no es un portento de la originalidad, pero no por ello merece ser tratada por algunos como una película de segunda sino como la gran lección de buen cine que es.

El argumento nos narra como una atractiva señora de mediana edad, insatisfecha en su matrimonio, acude a su terapeuta para contarle sus frustraciones y deja entrever su necesidades sexuales; tratando incluso de seducir al psicólogo. Ella tiene unas perturbadoras pesadillas eróticas en las que es violada en la ducha por un extraño y tras salir de la consulta acude a visitar un museo en el que conoce a un tipo con el que se enrolla. Tras echar una canita al aire, la buena señora es brutalmente asesinada por una misteriosa rubia y sólo una joven prostituta es testigo del crimen. La putilla y el hijo adolescente de la mujer unirán fuerzas para tratar de averiguar quien está detrás del asesinato, antes de que la peligrosa rubia psicópata vuelva a atacar. "Vestida para matar" no destaca especialmente por lo que cuenta, sino por como lo cuenta y por como Brian De Palma exprime la historia para componer una película de calidad. Me resulta complicado ser objetivo con esta película pues cada vez que la veo experimento una especie de orgasmo cinematográfico pero trataré de ser lo más justo e imparcial con ella. Primeramente decir que "Vestida para matar", a pesar de las comparaciones con Hitchcock a mi me parece muchísimo más cercana al giallo y al poliziesco italiano de los 70. Bebe claramente del cine de Martino, del Fulci de comienzos de los 70, de Bava o de Luciano Ercoli; asemejándose notablemente a este subgénero del país trasalpino. Pero adoptando también detalles característicos del thriller típicamente norteamericano; por lo que podemos ver una buena mezcla de subgéneros en los que la intriga, el misterio y las tramas policíacas se complementan entre sí. Pino Donaggio, compositor fetiche del director, vuelve a brindarnos una B.S.O. absolutamente maravillosa que es el alma de la película. Desde las primeras notas, en esa asfixiante y erótica escena en la ducha (tan sexy como inquietante) hasta el clímax, la música de Donaggio nos acompaña consiguiendo envolvernos en la historia y logrando que las escenas de suspense sean de alto voltaje ya que con su partitura logra traspasar la pantalla. Sin lugar a dudas una de mis B.S.O. favoritas, realmente buena y con gran peso e importancia en la película. Mismamente asistimos a una escena de casi 10 minutos sin diálogos en el museo que es cojonuda de buena; una escena que en otras manos habría sido tediosa y aburrida y que De Palma junto a su compositor consiguen que sea una de las más recordadas de toda la película. Y es que si algo le sobra a "Vestida para matar" son escenas para el recuerdo: el asesinato en el ascensor, la persecución por el metro (SUBLIME) o los últimos cinco minutos finales por poner algunos ejemplos. Aquí el director ya había adquirido experiencia más que suficiente y demuestra una gran personalidad; ya que la película tiene un sello inconfundible y un estilo propio que la hace destacar por encima de otros productos similares. Porque si, a pesar de las referencias a Hitchcock o al subgénero de los giallos, De Palma hace suya la película y no se limita a copiar a nadie. Los actores principales (Angie Dickinson, Michael Caine y Nancy Allen) están bastante correctos y adecuados en sus personajes; sobre todo la Dickinson quien se luce bastante y se desenvuelve con soltura haciendo de mujer madura sexualmente insatisfecha. El único "pero" que puede ponérsele a la película es que su desenlace es un tanto previsible y se adivina el final casi desde la mitad; ya que la confusa identidad de la asesina no se protege como debería y De Palma debería haber jugado más y mejor al despiste. Sin embargo, a pesar de ello, el resto es impecable: fotografía, puesta en escena, interpretaciones, B.S.O., un buen nivelazo de tensión... "Vestida para matar" es cine de terror psicológico y suspense en MAYÚSCULAS y uno de los mejores títulos de género que se rodaron en la década de los 80; absolutamente recomendable  y de visionado obligatorio para fans del giallo y variantes similares. Una película hecha con muy buen gusto y elegancia, de las que ya no se ruedan y un intenso thriller memorable y digno de aplauso.

NOTA: 9/10

(Erotismo fino)