Slasher alternativo y original
En 1982 de sobra eran ya conocidos Jason Voorhees, Michael Myers y asesinos "primos hermanos" de ellos como Harry Warden. El slasher saboreaba su mejor época y un joven e inexperto director de cine decidió darle una vuelta de tuerca al género aportando su granito de arena desde una perspectiva diferente. Jack Sholder, quien años después acabaría reconvertido en director de culto de serie B, comenzó su carrera dirigiendo esta entrañable película llamada "Solos en la oscuridad". En ella conoceremos la historia de un psiquiatra que junto a su esposa, su hermana veinteañera y su hija pre-adolescente se muda a una enorme casona antigua ubicada en el campo y comienza a trabajar en un manicomio cercano. Allí conocerá a cuatro pacientes totalmente perturbados y peligrosos que, creyendo que su nuevo médico ha asesinado al anterior, aprovechan un corte de electricidad para huir de sus celdas y atacar al nuevo psiquiatra y a toda su familia. Lo que da lugar a un intenso y tenso enfrentamiento entre las víctimas y sus verdugos, en un último acto final que ha servido de inspiración para esa joya del año pasado que fue Tú eres el siguiente.
"Solos en la oscuridad", lejos de ser uno de los mejores slashers de la época; destaca principalmente por su personalidad y por el interés de Sholder de alejarse de los títulos más exitosos que copaban los cines en aquel momento. Mientras que en El asesino de Rosemary o en La quema optaron claramente por imitar el modelo de "Viernes 13"; en "Solos en la oscuridad" quisieron darle un nuevo enfoque al cine slasher desde una perspectiva original y no se limitaron a seguir los clichés ya establecidos en películas anteriores. En esta ocasión no tenemos a uno, sino a cuatro asesinos; todos ellos diferentes entre sí y que van a cara descubierta desde el primer momento (Excepto uno que en pleno homenaje a Jason Voorhees se planta en una escena una máscara de hockey). Además, la primera parte desprende cierto tufo a comedia negra; no de una forma puramente cómica pero si que el director inclina la balanza hacia el humor sutil sin profundizar demasiado en el terror. Sin embargo, cuando los cuatro enfermos mentales escapan del psiquiátrico la película se torna más seria y Jack Sholder nos brinda unas cuantas escenas de suspense muy bien resueltas que elevan el nivel. Pienso que esta película tiene como virtud principal lo que también es su defecto principal: la originalidad y distinción con otros títulos. Si uno busca ver un slasher tradicional y con un esquema clásico se sentirá profundamente decepcionado. Aquí no tenemos como protagonistas a un grupo de gente joven que ejercen de víctimas; ni tenemos a una final girl resolviendo la situación final. Tampoco hay grandes asesinatos ni crímenes potentes con persecuciones o buenas dosis de gore, porque en términos de violencia está todo muy sugerido y casi no se muestra sangre. Y teniendo en cuenta que lo que se llevaba en la época era otro rollo bien distinto puede chocar ver una propuesta que tira por otro camino y que apuesta por un argumento más innovador. Lo cual, a su vez, es el punto fuerte. El hecho de no tener muy claro lo que va a ocurrir, si se salvarán o no todos los miembros de la familia, o el ver a cuatro psicópatas actuando juntos hace que "Solos en la oscuridad" sea una alternativa a tener en cuenta para aquellos que quieran ver un slasher que no esté lleno de tópicos y que ofrece unos personajes distintos a los que estamos acostumbrados en este cine. Otro punto flaco es el ritmo, un tanto irregular y con varios altibajos. Los primeros cincuenta minutos nuestro interés va y viene, el director no termina de mojarse ni de explotar el material que tiene entre manos y la acción se hace esperar. No es que sea una película aburrida, se deja ver con facilidad, pero le cuesta un poco arrancar y los personajes de los asesinos nos dan más risa que miedo por lo que Sholder falla en su presentación ya que no nos imponen lo que deberían. Sin embargo, toda la parte final en la casa es sublime. Ver a la familia atrincherados, acorralados y con los asesinos intentando entrar y atacándolos es bastante claustrofóbico. Básicamente podría decirse que ese clímax influyó muchísimo en "Tu eres el siguiente"; quienes hayan visto la película tendrán que darme la razón porque los paralelismos y homenajes son notables. Aquí Sholder demuestra tener un gran sentido del suspense y la tensión, ofreciéndonos una media hora final bastante angustiosa e inquietante; donde también sube el nivel de violencia física. Simplemente por esos últimos 40 o 30 minutos merece la pena verse la película entera ya que son realmente disfrutables y toda una magistral lección para lo que luego sería la moda de películas de invasiones domésticas. En el apartado técnico "Solos en la oscuridad" cumple de sobra: una buena fotografía que transmite frialdad y la sensación de aislamiento de sus personajes, la atmósfera está bastante bien trabajada. Al igual que la B.S.O, muy clásica, muy ochentera, puro arte musical de la época y con melodías inquietantes que acompañan muy bien a las imágenes de terror. Además las actuaciones son notables, con Martin Landau, Donald Pleasence y Jack Palance en personajes principales desenvolviéndose muy bien; así como los secundarios que están todos más que correctos.
"Solos en la oscuridad" es una peli que tocará la fibra sensible de los nostálgicos ochenteros como yo, de los que pensamos al ver estas pelis que es una lástima que ya no se ruede cine así. Pero también le deja a uno la sensación de que podría haber sido bastante mejor y que la historia no está lo suficientemente bien explotada; quizás porque Jack Sholder no logró estar a la altura y el proyecto le vino grande. No es un slasher imprescindible, personalmente prefiero películas más tradicionales, pero es una opción interesante y que merece la pena un par de visionados. Un título súper ochentero, original en su época dentro los clichés que tiene, que ha aguantado bien el paso del tiempo y que a pesar de sus defectos se guarda un par de ases bajo la manga.
NOTA: 6/10