domingo, 10 de noviembre de 2013

POSESION INFERNAL (The evil dead, 1981)




El triunfo del terror independiente

 

De sobra es sabido por todos los que me leeis habitualmente que soy un fan incondicional del cine de terror de la década de los 80. Los más "modernos" quizás se pregunten que vemos algunos en estas viejas películas que comparadas con las de hoy en día, en medios ténicos tienen todas las de perder. Pero la respuesta sería originalidad, frescura, diversión, falta de prejuicios y verdaderas ganas de hacer las cosas bien por encima del interés económico. En 1981 se estrenó un claro ejemplo de éste tipo de cine de terror independiente, hecho por un inexperto equipo que contaba con un presupuesto muy bajo pero unas ganas tremendas de rodar una escalofriante película. Y a base de tesón, esfuerzo y toneladas de ilusión por crear algo verdaderamente bueno nació "Posesión infernal".

La historia de "Posesión infernal" es simple: cinco jóvenes amigos pasan el fin de semana en una vieja cabaña en medio del bosque. Allí descubrirán un libro forrado con piel humana y escrito con sangre, junto a un magnetófono con una extraña grabación que despierta a los violentos y diabólicos espíritus del bosque. Uno a uno los jóvenes irán siendo poseídos y los que aún siguen siendo humanos deberán luchar para salvar su vida.Y ya está, no hay más. Así de sencillo y de directo es el argumento de la película. Y lo mejor de todo es que no le hace falta nada más para mejorar, con esta simpleza un jovencísimo e inexperto Sam Raimi logró crear un título que 32 años después sigue siendo un referente indiscutible en el género de terror y una verdadera joya de culto ochentera. La película tiene dos puntos negativos: uno de ellos es lo envejecidos y verdaderamente cutres que se ven algunos de los efectos especiales. La otra es que a veces las reacciones de los personajes y las actuaciones de los intérpretes son flojas y nada creíbles. Vale, todo ésto tiene excusa. Primero porque el presupuesto era muy bajo, el equipo no era exactamente profesional y además la película tiene tres décadas. Y segundo porque todos los actores eran debutantes y excepto Bruce Campbell, los demás podrían resumir su carrera cinematográfica a ésta película. Pero no es oro todo lo que reluce y "Posesión infernal" delata en bastantes ocasiones que Raimi anda un poco perdido en algunas escenas, hay errores de rácord, maquillaje chapucero... Sin embargo, a pesar de todo eso; a pesar de que en ocasiones uno tiene la impresión de estar viendo una película de corte amateur "Posesión infernal" desprende una atmósfera y una magia que la hace única y que ha provocado que millones de personas de todo el mundo admiren ésta película. Yo me incluyo entre ellos, no puedo negar que éste título me parece una obra imprescindible del cine de terror de los 80 y una película de visionado obligatorio para todos aquellos que quieran dedicarse a la dirección de género. Porque sirve para comprender como compensar la falta de dinero con imaginación y creatividad. Además, "Posesión infernal" funciona gracias a la mezcla que Raimi realiza de diferentes géneros: por un lado tenemos una película de terror oscura, que es inquietante, con escenas de noche en el bosque que ponen los pelos de punta, con una buena atmósfera de suspense... Pero también hay humor negro y toques de comedia políticamente incorrecta y todo ello aderezado con violencia y gore gratuito en escenas de casquería realmente asquerosas. "Posesión infernal" es una película que asusta, que hace reír y que además te revuelve el estómago. Con un montaje dinámico y ameno, que hace que la película resulte bastante entretenida a rasgos generales; Raimi comienza contenido y decantándose por el terror serio y formal para luego desvariar en una orgía de sangre, locura, histeria, risas y casposas posesiones demoníacas. Personalmente he de decir que mi parte favorita de la película es la primera; hasta que la hermana del protagonista revela estar poseída tras ser atacada y violada por el bosque. Creo que durante esos 40 minutos la tensión se palpa a través de la pantalla y me habría gustado que Raimi continuara por esa línea de sobriedad y terror oscuro; donde logra una gran sensación de soledad y aislamiento en esa destartalada cabaña perdida en el bosque. Sin embargo, nadie puede negar que el segundo acto es divertidísimo y lo que verdaderamente ha hecho famosa esta película. Pero también admito que ese segundo acto se me hizo un pelín pesado y cargante, quizás por los excesos del director que pasó de estar contando un aterrador cuento nocturno a mostras una bizarra galería de imágenes sangrientas y pasadas de rosca. Sin embargo, el conjunto final funciona francamente bien y cada "X" tiempo siento que tengo que pegarle un revisionado para disfrutarla de nuevo y retroceder en el tiempo hasta una época en la que el cine de terror se hacía PARA los fans del cine de terror; cuando no era un negocio para grandes masas.

¿Cutre? Pues sí, técnicamente es muy limitada y hay efectos especiales que dan vergüenza ajena de lo obsoletos que han quedado. Ni si quiera tiene un gran reparto (destacan el carismático Bruce Campbell y la actriz Ellen Sandweiss, que interpreta a su sufrida y aterrorizada hermana), hay diálogos de coña y varias meteduras de pata en la dirección y en el rácord. Pero es "Posesión infernal", un título de culto y una buenísima muestra de que el cine de serie B puede ser incluso mejor que el de serie A. Imagino que todos mis lectores la habéis visto ya, pero si alguno aún no se animó a hacerlo que no pierda la oportunidad porque verdaderamente es una joya ochentera y uno de los mejores títulos del cine de terror independiente de todos los tiempos.


NOTA: 8/10





 (We're gonna get you not another peep time to go to sleep) 






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