Un viejo cuento de fantasmas
Dos años después del rodar “La
noche de Halloween”, John Carpenter tenía la dura tarea de mantenerse como el
interesante y prometedor director que se había intuido que era en su película
más famosa. Y a pesar de que el listón estaba alto, el Maestro del terror no
sólo consiguió demostrar que había nacido para hacernos pasar miedo ¡Sino que
se superó a si mismo! Y esto da lugar a la película de la que voy a hablaros
hoy… LA NIEBLA
Antonio Bay es un tranquilo y
pequeño pueblo de la costa californiana. Los vecinos se preparan para celebrar
el centenario de la ciudad y todo parece indicar que será una fiesta local de
lo más animada. Lo que nadie espera es que unos visitantes muy especiales a los
que nadie ha invitado hagan acto de presencia. Poco a poco comienzan a
sucederse hechos extraños que hacen sospechar que algo malo va a ocurrir. Y
luego llega la niebla, una niebla espesa que va apoderándose del pueblo y que
trae consigo ¡La muerte súbita! Jajajajajaja… ¡He flipado, lo se! Pero
básicamente este es el argumento de la película.
Estamos ante una clásica historia
de fantasmas vengativos, una especie de cuento de terror para adultos. Ya
durante sus primeros minutos, con el viejo contando a los niños alrededor de
una hoguera nocturna la historia del naufragio y la maldición de los marineros
muertos Carpenter nos deja ver por donde irán los tiros. “La niebla” es una
película con un argumento sencillo, más simple que el mecanismo de un chupete
pero tremendamente efectivo. Y es que a veces resulta innecesario una trama
sorprendente o innovadora para satisfacer al público. Este es uno de esos
casos: un pueblo, una vieja maldición y unos fantasmas son más que suficientes
para crear el terror y ofrecer una historia que atrapa desde sus primeros
minutos. La película tiene un ritmo pausado, pero eso no la hace aburrida ni
mucho menos. De hecho ese ritmo tranquilo favorece mucho a la inquietante
atmósfera que transpira la peli, transmitiendo esa sensación tan viva de terror
que va apoderándose de la pantalla. El suspense va aumentando progresivamente y
según avanza la historia vamos sumergiéndonos más y más en la tensión que
Carpenter crea haciendo que “La niebla” sea de esas películas que realmente te
inquietan y te absorben en la pantalla. Otro de los puntos fuertes son los
actores: Tom Atkins (nombre ligado eternamente al cine de terror) y tres
hembras que han hecho de sus gritos de horror y su miedo en pantalla su seña de
identidad: Jamie Lee Curtis, Adrienne Barbeau y Janet Leigh (madre de la Curtis en la vida real e icónica
víctima en la ducha de “Psicosis”). Los cuatro afrontan los personajes
principales y sacan adelante la película gracias a su desenvoltura en pantalla.
Porque “La niebla” es una película de actores, de atmósfera y de suspense. No
hay grandes efectos especiales, no hay escenas visualmente potentes que te
dejen boquiabierto, ni violencia o gore. Si vais buscando eso os sentiréis
tremendamente decepcionados. Esta es una película de corte muy clásico, de las
que ya no se hacen y cuyo estilo y forma a día de hoy están completamente
obsoletos. Si “La niebla” se estrenara la semana que viene la gente se
aburriría y nadie querría verla. Estamos acostumbrados a planos rápidos, a
muchos golpes de efecto, a bruscos movimientos de cámara y a películas que
parecen montadas por un director de videoclips. Yo el primero que me he
habituado a eso y me cuesta ver otro tipo de cine más sosegado, como es éste
caso. Sin embargo, si uno decide entrar en su juego, sabe bien que es lo que va
a ver y realmente está dispuesto a disfrutar de un cine pasado de moda
entonces podrá disfrutar mucho de esta película. Si no os creéis capaces
entonces podéis ver el pésimo remake en plan súper moderno que se le hizo hace
6 o 7 años con Tom “Smallville” Welling de protagonista.
Pero si realmente sois fans del
cine de terror de los 80 y os apetece pasar un (mal) rato con una película
mítica, que es un título imprescindible para los fans del horror de esta década
y que tiene una historia cuya sencillez la hace única entonces deberíais darle
una oportunidad. “La niebla” tiene magia, siempre diré que esta peli aprovecha
muy bien los recursos y elementos que ofrece el cine de terror, que consigue
mucho con muy poco y que como cuento de fantasmas es perfecto. Es esa peli que
DEBES ver de noche, siempre de noche, a ser posible en invierno tapado con una
manta, a oscuras, dejándote llevar por su atmósfera de misterio… Un clásico, no
hay mucho más que decir sobre ella. Si ha pasado a la historia por algo será y
no voy a ser yo quien le quite méritos a Carpenter por convertir en un título
inolvidable una película aparentemente tan simple. Hay que verla, seguro que te
atrapa y que te transporta a otra época y te empapa de su espíritu de terror
añejo.
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