Esto si que es una auténtica furia de titanes
Ya a finales de los 80 hubo un
claro intento de juntar en el cine a dos grandes iconos de las películas de
terror: Freddy Krueger y Jason Voorhees. Sin embargo, por problemas de derechos
de las productoras no pudo llevarse a cabo. En 1993, en “Viernes 13 parte 9:
Jason va al infierno” nos dieron la pista de que este reencuentro se estaba
acercando cuando al final de la película la garra de cuchillas de Freddy
aparece brevemente para coger la máscara de hockey de Jason. Sin embargo,
aunque parecía que veríamos a los dos killers juntos muy pronto tuvimos que
esperar diez años más.
Era octubre de 2003 y yo tenía
entonces 17 años recién cumplidos. A esas alturas ya me había visto las sagas
“Viernes 13”
y “Pesadilla” de cabo a rabo y era súper mega fan de ambas películas. Recuerdo
que fui al cine con mi mejor amigo dispuesto a ver a estos dos grandes titanes
del horror y a pasar un rato divertido y escalofriante… ¡Y vaya si lo conseguí!
“Freddy Vs. Jason” es cine de los 80 hecho en los 2000 y hay que ser muy grande
para conseguir ese espíritu y ese estilo casi 20 años después y conseguir
contentar a fans de los clásicos y a adolescentes del s. XXI por igual.
La película transcurre en la
pequeña y aparentemente idílica ciudad de Springwood (Ohio, EE.UU.) la cual casualmente
está a varios kilómetros en coche del campamento de Crystal Lake. Con Freddy
alejado de la memoria de los adolescentes de Springwood, el asesino de los
sueños necesita encontrar una forma de volver a los recuerdos de los jóvenes
para poder materializarse y sembrar el terror de nuevo. Así que decide
resucitar al grandullón y sanguinario Jason para que empiece una carnicería en
el pueblo y la gente piense que es él y así le mencionen y le hagan llegar a la
mente de los chicos que no saben de su existencia. Un grupo de adolescentes,
liderados por la guapa actriz Monica Keena, deberán enfrentarse no a uno sino a
dos asesinos psicópatas al mismo tiempo. Uno de ellos lleva un enorme machete y
les mata cuando están despiertos. El otro usa un guante con cuchillas y les
ataca en sus sueños… ¡El terror no ha hecho más que comenzar!
La película tiene lo mejor de
ambas sagas, ya que han conseguido repartir muy bien el protagonismo entre
ambos psicópatas y cada uno disfruta de sus minutitos de gloria correspondientes
y exprimen los rasgos más característicos de sus personalidades y de la tónica
que había en sus películas. Freddy sigue siendo un maníaco sarcástico,
gamberro, perverso, lascivo y muy ingenioso. Y Jason es tan bruto, implacable y
sanguinario como siempre. Ambos están muy bien explotados y se complementan
juntos a la perfección, ya que lo mejor de esta película es el hecho de poder
disfrutar de los dos a la vez. La peli además resulta súper entretenida porque
continuamente están pasando cosas y desde el principio hay muchos sustos y
sobresaltos, escenas de suspense, persecuciones y muertes bastante gores.
Porque aquí no escatiman en casquería y apenas se deja nada a la imaginación,
la peli tiene escenas muy violentas en las que los chorros de sangre se cuentan
por docenas. Evidentemente no todo es bueno y objetivamente uno debe admitir
que las interpretaciones son un poco flojas en general o que los diálogos
pueden resultar en ocasiones estúpidos y fuera de lugar. Eso es común en este
tipo de cine, básicamente porque quienes vemos estas películas lo que esperamos
en llevarnos 4 buenos sustos, que haya mucha acción y ver a las víctimas
corriendo del asesino para que luego acaben molidas a hachazos. Si quiero ver
una buena historia con buenos personajes y un buen guión veo algo de Tarantino,
pero en el subgénero slasher eso es totalmente secundario.
“Freddy Vs. Jason” ofrece
justamente lo que el público de ambas sagas espera ver: a los dos asesinos en
acción desde el principio, jóvenes estúpidos muriendo violentamente,
sobresaltos varios y sobre todo mucho respeto por los fans tanto de una saga
como de la otra. Porque incluyen detalles y pequeños homenajes que sólo los que
nos sabemos estas películas de memoria podemos apreciar y valorar. Además, la
película, tiene ese toque ochentero que la hace especial. No sólo por la
historia que cuenta y el hecho de que los asesinos sean iconos del cine de
terror de los 80. Sino también por el concepto de los personajes protagonistas,
su forma de actuar y pensar y la personalidad que se les ha dado.
Monica Keena interpreta a una chica inocente, dulce, virgen y que es de lejos
la más sensata de sus amigas. Evidentemente es una clara final girl muy del estilo de las que aparecen en “Pesadilla” y
“Viernes 13”.
Y además está el personaje del típico novio guaperas, buenazo y valiente. La
amiga frívola y superficial (la ex Destiny Child Kelly Rowland, probando suerte
como actriz antes de ser la musa del dj David Guetta), la amiga pendona que
bebe, fuma y es promiscua (Katharine Isabelle, maravillosa scream queen
canadiense), el porreta que siempre va fumado, el pardillo, etc… La película
tiene un concepto de slasher muy tópico ya que cumple absolutamente todos los
clichés a rajatabla, respetando las normas de este subgénero y adaptando el
cine de terror de los 80 a
la actualidad de los 2000 pero sin perder el encanto clásico.
Una película que no es buena,
porque esto no es buen cine desde un punto de vista crítico y objetivo. Pero
que es una auténtica gozada para los fans del terror adolescente de los 80, del
cine slasher, para los que admiran a Freddy y los que veneran a Jason. Es una
peli súper entretenida, muy dinámica e interesante, que se ve con muchísima
facilidad y resulta tremendamente divertida y disfrutable. Es genial para ver
en compañía, con amigos, palomitas y refrescos. Un slasher con todas las letras
que rinde un digno homenaje a dos célebres asesinos cinematográficos y que
consigue cumplir su propósito con creces.
NOTA: 8/10
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